La familia del futuro artista Josep Guinovart i Bertran se refugia en el campo debido a los bombardeos de los golpistas. Ese hecho y otros relacionados con la tragedia de esos años, dejaron una huella imborrable que marcó su vida.

De familia pintora de paredes, Josep Guinovart i Bertran deseó transcender el color y el espacio para buscar el alma en un país de cuerpos rotos. Y acompañado siempre por la música y los recuerdos del bosque, rememoró y reivindicó constantemente las estrellas, los animales y los ocres de las arcillas. Después buscó el mar para escapar definitivamente de la ilusiones también rotas de toda una sociedad.
La unión con la naturaleza le marcó un carácter especialmente humanista, en donde la actitud del artista hacia la libertad marcó su camino plástico. Es de hecho conocido su ayuda al movimiento obrero desde la clandestinidad en el franquismo. Ese posicionamiento duró toda su vida.
Desde la Pescadería le rendimos este modesto homenaje, porque sabemos que ante la propuesta hubiera estado encantado. Porque entendía la plástica desde la lucha por la libertad.
Agradecemos a la Tinta Invisible la cesión de la obras para esta exposición. Y os invitamos a visitar su legado en l'Espai Guinovart de Agramunt.

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